Alipio Vera Inició su trabajo periodístico en 1969 en Televisión Nacional de Chile (TVN) con las entrevistas y sucesos de los 16 uruguayos sobrevivientes del vuelo 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya que al caer en la Cordillera perdió a 29 de sus 45 pasajeros, logrando una de las mejores coberturas de su naciente carrera.
Por Oriana Zorrilla
Una gran conmoción en el mundo periodístico ha provocado la muerte de Alipio Vera Guerrero, sus inolvidables reportajes en televisión a lo largo y ancho de Chile y la forma de trasmitir otros temas del quehacer informativo hicieron conquistar el Premio Nacional de Periodismo 2013.
Vera, no sólo impactó a sus numerosos seguidores, quienes lo admiraban porque describía con fascinación y de manera sencilla los paisajes de nuestra tierra, sino que se ganó el respeto de todos por sus entrevistas ponderadas, precisas y que daban cuenta del paisaje humano de los hombres y mujeres que habitan Chile.
Durante varios días la generación “Mario Planet” -curso al cual pertenecí- vivió con dolor la agonía de uno de los mejores “planetarios”.
Entre ellos, Juan Guillermo Mellado quien lo recuerda como “sabio, honesto, cariñoso, austero, trabajador incansable, sembrador de amistades, humilde, ejemplo para todas las generaciones”.
Cada uno de los periodistas que compartió con Alipio Vera lo describe en primera persona. Francisco Villagrán -por ejemplo- hace memoria de una aventura estudiantil en tercer año, que grafica su espíritu de compañerismo: “Integrábamos un grupo para reunir dinero y hacer un viaje de estudios que dirigía Fernando Martínez Collins. Postulamos a un permiso de bajo costo a las ramadas dieciocheras en Ñuñoa. Al distribuir las tareas logísticas, Alipio nos dijo: “Soy del sur y por tradición lo paso con mi familia, pero me ofrezco para levantarles la ramada”.
Un tío camionero de Villagrán llevó maderos, tablas, palos, clavos, etc., y “Alipio con un pañuelo blanco en la cabeza para protegerse del sol levantó la fonda en un día la que funcionó con éxito. Giacomo Marasso, con una guitarra, nos hizo cantar y bailar a todos”.
Alipio Vera Inició su trabajo periodístico en 1969 en Televisión Nacional de Chile (TVN) con las entrevistas y sucesos de los 16 uruguayos sobrevivientes del vuelo 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya que al caer en la Cordillera perdió a 29 de sus 45 pasajeros, logrando una de las mejores coberturas de su naciente carrera.
Reporteando al estilo de esos años, descubrió a dos de los sobrevivientes perdidos, y fue el primero en entrevistar a Canessa y Parrado. Ayer (20/3/2023), Canessa llamó a Rodrigo Vera hijo periodista de Alipio, para expresarle sus sentimientos de dolor.
Para seguir avanzando en su quehacer profesional Alipio Vera renunció a TVN para dirigir el diario Austral de Temuco, entre 1979 y 1981, lugar en que dejó buenos recuerdos y amigos en toda la zona.
Max Laulié alude a su solidaridad infinita: “Me tenían muy cercado por la represión y no había muchas posibilidades de escape, sobre todo cuando trabajaba en la Comisión Chilena de Derechos Humanos. En ese momento, me dijo ‘ándate a Valdivia, porque te tengo una pega segura junto al momiaje’, así fue, estuve súper vigilado, pero públicamente libre”.
“El huaso Alipio” no pasaba inadvertido, su voz particular y su equilibrio lo destacaron como un gran apoderado de su hija mayor Paula, en el Liceo N° 1 de Niñas, Javiera Carrera, donde compartió estudios y amistad -que dura hasta hoy- con mi hija Valentina, quien destaca su cariño y su sentido del humor. También un sentimiento de seguridad que le significaban esos viajes para conocer los hermosos parajes patagónicos cuando visitaba la casa de los Vera Hernández en Maullín.
La primera vez que llegó allí, Alipio le pidió seriamente que debía regar el campo, cuestión que ella tomó con mucha responsabilidad, causando la risa de toda la gran familia, porque la lluvia en esos parajes, en ese tiempo, era abundante.
En esa amistad forjada en las aulas liceanas Paula y Valentina estrecharon lazos y viajaron a la Amazonía peruana y a Machu Pichu, entre otros lugares.
Paula, dedicada a las ciencias, fue la única hija que no siguió los pasos del periodismo; sin embargo, la conexión entre ambos era profunda. Rodrigo y Carolina abrazaron la profesión que tanto amó el padre y que lo hizo famoso al pasar con éxito por los tres canales de televisión.
En su regreso a TVN, Alipio Vera fue de los fundadores del programa de investigación Informe especial en junio de 1984 donde fue corresponsal de guerra en conflictos como la Revolución Sandinista de Nicaragua, la guerra civil de El Salvador, el genocidio de Ruanda, el intento de golpe de Estado en la Unión Soviética y las guerras en Medio Oriente.
Valentina atesora que, a su retorno de Nicaragua, le trajo de regalo: un casete de audio con música y dedicado a ella personalmente por el mismísimo Daniel Ortega, que en ese instante era admirado por vencer a Somoza.
Para mí, Alipio Vera fue importante porque además de regalonear y consentir de manera afectuosa a mi hija junto a su familia, nunca se negó a recibirnos como Colegio de Periodistas en TVN durante una época difícil y riesgosa.
Mónica Rodríguez lo conoció en los inicios de su carrera -en Regiones de El Mercurio- y coincidieron en varios eventos noticiosos. Evoca con nostalgia un encuentro de autoridades chilenas y argentinas, en el Cristo de la Ruta Libertadores, “donde bailamos con Alipio una cueca inolvidable”.
Son momentos de nostalgia y memoria, son momentos de agradecerle sus atributos de hombre de bien y sus reportajes donde los glaciares, los canales chilotes y el desierto florido iluminan la realidad algo obscura de nuestra televisión actual.