Como la Aurora de Chile necesitamos revolucionar el pensar y defender la libertad, necesitamos fortalecer las audiencias y entregar información que, además de estar comprometida con la verdad, promueva el pensamiento y la crítica democrática para robustecernos como país.
Ana María Olivares
Presidenta Consejo Metropolitano
Colegio de Periodistas de Chile.
Un día como hoy en 1812 sale a la luz el primer diario del país y por primera vez las noticias llegan a tiempo para los que habitaban este lejano lugar. Era un diario que hablaba de la revolución y de ideas libertadoras, que renegaban del colonialismo monárquico y cuyo fin era educar a los ciudadanos en estas nuevas ideas que se instalaban: era la Aurora de Chile.
A partir de este momento, la prensa no iba a parar, acompañando la historia y representando los intereses políticos existentes. Así como El Mercurio nació como portavoz del empresariado y de la oligarquía chilena, el Despertar de los Trabajadores surge en Iquique, de la mano de Luis Emilio Recabarren, como uno de los periódicos que acompañaría los movimientos sociales y sindicales de principios de siglo XX. Lo mismo sucede con las mujeres del Movimiento Pro-Emancipación de las Mujeres de Chile (MEMCH) que inauguran 1935 su diario llamado La Mujer Nueva.
Recorrer los periódicos de esas décadas es leer de primera mano la historia del país, donde cada uno representa las diversas miradas existentes. Con un periodismo profesionalizado comenzaron a fundarse cada vez más medios de comunicación acompañados de la tecnología que democratizó el acceso a ellos, especialmente en aquellos sectores que no sabían leer.
Fue durante la dictadura de Augusto Pinochet cuando el mundo periodístico se vio severamente impactado y la prensa de la época intervenida, cerrada, cooptada y también beneficiada cuando estaba concordancia con sus intereses. Cientos de periodistas son encarcelados, asesinados y otros detenidos desaparecidos. Sin embargo, a poco andar surge la prensa clandestina y quienes se atreven a trabajan en estos medios opositores son perseguidos.
Hace unos días, Iván Carrasco -hijo del periodista José Carrasco, Pepone- estuvo en Costa Rica dando testimonio en la Corte Interamericana de Derechos Humanos sobre el asesinato de su padre en 1986. En vivo a través de internet, pudimos escuchar un relato impactante de quien en esa época tenía sólo 16 años y tuvo que enfrentar a un comando represivo que sacó por la fuerza a su padre y enterarse al amanecer del día siguiente que había sido acribillado en las afueras de un cementerio en lo que hoy es Huechuraba frente a la población recoletana Angela Davis.
En vivo escuchamos del impacto que tuvo en sus vidas, del suicidio de su hermano Luciano que nunca superó esa pérdida, de cómo quienes lo asesinaron tuvieron penas remitidas y salieron en libertad, pudiendo envejecer con los suyos y disfrutando de una vida que arrebataron a otro por el solo hecho de ser un periodista opositor, de un partido de izquierda como el MIR, dirigente de nuestro Colegio de Periodistas, para vengar el atentado al dictador que no logró su objetivo.
También nos quedaron resonando las palabras de Milton Juica, explicando dificultosamente cómo se impartía la justicia en Chile, pero no se borraba esa escena de dolor de tantas y tantos que sufrieron a partir del año 1973, especialmente cuando este año se cumple medio siglo de aquello y parece que no ha pasado el tiempo a raíz de cómo hemos enfrentado estos crímenes horribles.
La semana pasada ningún medio televisivo, impreso o radial de propiedad de los grandes grupos económicos habló de lo sucedido en la Corte Interamericana de DDHH y de cómo hoy se continuaba denunciando la justicia injusta de nuestro país; nadie habló de las incongruencias del Estado, nadie habló de su colega Pepe Carrasco.
Hoy, la mayoría de los medios de comunicación y la prensa con gran alcance son hegemónicos y difícilmente son expresión de la diversidad del país, sólo responden a algunos sectores con mayor poder, a quienes los financian. Los medios independientes agonizan y arrastran en eso a nuestra democracia que se debilita por ello.
En el Día de la Prensa hacemos un llamado a la reflexión y al compromiso de generar nuevos y mejores medios de comunicación y llamamos al Gobierno a fortalecer a los más pequeños como compromiso de Estado.
Como la Aurora de Chile necesitamos revolucionar el pensar y defender la libertad, necesitamos fortalecer las audiencias y entregar información que, además de estar comprometida con la verdad, promueva el pensamiento y la crítica democrática para robustecernos como país.