Intervención de la presidenta del Consejo Metropolitano en la presentación del libro “Carta a los Periodistas, Crónicas bajo Estado de Sitio 1984 -1985”, al Consejo Nacional.
Daniela Pizarro Amaya
Presidenta
Consejo Metropolitano
Colegio de Periodistas de Chile
Es para nosotros y nosotras como actual Consejo Metropolitano un verdadero honor dar continuidad a este proyecto “Carta a los Periodistas”, que comenzó con el consejo que nos antecedió, del cual también fui parte como consejera. Por lo que sé cuánto costó llevarlo a cabo y el sacrificio y las ganas que pusieron todos y todas quienes participaron de esta iniciativa en todas sus etapas, las cuales aun no concluyen.
La memoria histórica de esta gesta periodística que llevaron adelante las y los colegas es de vital importancia para las nuevas generaciones, para todos quienes tenemos la vocación de comunicar. En tiempos actuales sabemos que esta tarea no solo la cumplimos las y los periodistas, por eso también es nuestro deber llevar esta historia a la ciudadanía y a cada rincón del país, en ello será fundamental la mano que nos darán los regionales de nuestro colegio.
La posta que nos dejan nuestros antecesores no es para nada fácil. Ellos se la jugaron, en plena dictadura, en medio del estado de sitio más prolongado, cuando los medios de comunicación que no eran oficiales no podían circular. Esa inmensa vocación y necesidad de informar dio vida a este medio artesanal, fotocopiado, gracias a los aportes voluntarios de todos quienes hacían largas filas para recibir y luego distribuir estas noticias frescas, que salían de la oficina del consejo metropolitano en Amunátegui 31 y que en la mayoría de las oportunidades no eran tan “buenas noticias”.
Esta gesta debe marcar nuestro quehacer como gremio y como profesionales. El compromiso con el trabajo colectivo y la ética deben ser los pilares fundamentales de quienes hoy estamos a la cabeza del Colegio de Periodistas de Chile a lo largo del país.
Hoy podríamos decir que contamos con todos los medios para informar de manera oportuna y veraz; tenemos redes sociales, medios digitales, alternativos, regionales y populares, sin embargo, muchos de ellos nacen condenados a desaparecer por la falta de financiamiento. Tras el estallido social quedó en evidencia que fueron justamente estos medios -alternativos y populares- los que informaron, las reiteradas violaciones a los Derechos Humanos en contra de manifestantes a manos de agentes del Estado, mientras las cadenas del empresariado se enfocaron en criminalizar la protesta.
Estamos en medio de un proceso histórico donde por primera tenemos una convención constitucional, paritaria, que además es presidida por una mujer/mapuche, y donde se está discutiendo el futuro de Chile, pero en los medios de comunicación hegemónicos vemos la constante intención de relacionar la convención con una posible inestabilidad para el país, vemos como tratan de instalar la sensación de que los convencionales no están siendo productivos y que solo se dedican a polemizar, pero poco y nada se habla de los contenidos que se podrán sobre la mesa.
A raíz de esto, son varios los y las colegas que nos han propuesto revivir la Carta a los Periodistas, volver a romper el cerco informativo que ahora en democracia impone el monopolio medial y la masificación de las fake news o noticias falsas. No han dicho que hagamos podcast, cápsulas audiovisuales, abrir un espacio en nuestra página web o que pidamos ayuda a los estudiantes de periodismo, en fin.. Aun no sabemos como se plasmaría, lo que si sabemos, es que dejamos atrás los tiempos de las máquinas de escribir, los papeles calcos y los «gelatinografos», para fotocopiar, lo que si, no podemos dejar atrás es la mística y la valentía que pusieron estos hombres y mujeres comprometidos con el periodismo, la democracia y la libertad de expresión.
Esas banderas también las levantamos hoy y exigimos que se consagre el derecho a la comunicación en la nueva constitución, que se articule una ley de medios, que permita el pluralismo tan escaso en nuestro sistema medial.
Con los periodistas de hoy y con la memoria de los de ayer seguiremos bregando por un periodismo ético, apegado a los derechos humanos, en pro de la construcción de una sociedad más democrática y justa.