Se habló de desafíos con las RRSS y se debatió sobre la prensa en los procesos políticos de América Latina.
En la oportunidad las exposiciones estuvieron centradas en el rol que alcanzaron las redes sociales en las últimas campañas presidenciales del continente, como las desplegadas en Brasil y Estados Unidos. También en el cambio que suponen las nuevas plataformas digitales en la entrega de la información y en la interacción entre usuario, medio de comunicación y personajes públicos.
En ese marco, Raúl Sohr, dijo que actualmente estamos en un “punto de inflexión”, ya que los medios están cambiando de forma radical. Aseveró que “hay que tener claro que cada medio entrega la información respecto a las líneas editoriales” y por tanto explicó que “tienen siempre el sesgo de sus dueños”. En ese marco destacó que “los periodistas no tenemos ningún poder porque respondemos a los lineamientos de los medios”.
Es por ello que aseguró que las redes sociales están cambiando la manera de informar e interactuar, porque no hay censuras y se pueden subir todos los contenidos sin filtro, lo cual según Sohr “ha generado un cambio radical”. Por ejemplo, en redes puede circular una gran cantidad de ideas falsas que nunca habrían cabido en los medios tradicionales.
Y ejemplificó con el caso de Brasil, donde Jair Bolsonaro llevó adelante una campaña metódica de falsedades al inventar la supuesta ideología de género y lanzar una serie de mentiras para difamar al candidato del Partido de los Trabajadores, Fernando Haddad.
“Estamos en un cambio muy importante. Algunos lo han considerado la democratización de la información. Yo tengo mis severas dudas que hemos ganado en calidad de la información a través de las redes. Las redes que eran la gran esperanza de la gente, que todo el mundo iba a tener acceso a un público, no ha dado los resultados que se esperaba”, recalcó el analista.
Raúl Sohr anunció que en el futuro “las redes sociales van a ser controladas por los que siempre controlaron los medios de comunicación, van a tener parámetros, fronteras y va a existir quien determina sobre qué y quién difunde”.
En la misma línea, Margarita Pastene, concordó con que hay una etapa de inflexión, donde irrumpen las redes sociales, pero aseguró que pese a ello los medios tradicionales “siguen vivos”. Señaló que el gremio de los reporteros tiene una especial preocupación por “la concentración mediática tan brutal que existe en Chile”, ya que muestra solo una mirada de los hechos.
Pastene cuestionó “de qué manera Chile puede generar un sistema informativo nacional que nos permita limitar la concentración de los medios de comunicación, generar alternativas multimediales, pluralista y que permita un debate público permanente, de tal manera que nutra de toda la información y que no esté en una sola dirección”.
La líder de la orden profesional, reiteró la necesidad de contar con una ley de medios que democratice el acceso a las comunicaciones, asimismo, dijo que el gremio está en la lucha por alcanzar un periodismo ético, democrático, es decir, “un periodismo que realmente permita a la ciudadanía tener confianza en nosotros, porque como periodistas tenemos el deber social de entregarle a Chile un periodismo responsable que permita consolidar procesos democráticos”, indicó.
Margarita Pastene además destacó como muestra de lo que ocurre con la concentración de medios, la cobertura a las noticias del pueblo mapuche, puesto que siempre se habla de violencia, terrorismo y criminalización.
En tanto, Mirko Macari, afirmó que todos los cambios que se experimentan en las comunicaciones tienen su raíz en el cambio de las formas de autoridad, ya que se acabó la verticalidad de las instituciones, por tanto hay también un reordenamiento de los medios de comunicación.
Subrayó que “hemos pasado a un tipo de sociedad donde la batalla por el control del poder, es la batalla por el control de la comunicación, la batalla de las subjetividades”.
Y agregó que “hay una evolución notable de la humanidad porque ya no es necesaria la fuerza bruta, la entrada de las divisiones o el poder militar, sino que la disputa se da a nivel de las mentes, de la opinión pública. Por ello es que los gobiernos administran con las encuestas muy cerca, porque es parte de ese poder y los actores cercanos van a estar conectados con la sensibilidad dominante, porque ahí están los votos y ahí está la legitimidad”.